domingo, 26 de agosto de 2007

Borrón y cuenta nueva

¿Se podrá Bigbrother?, ¿se podrá?

viernes, 24 de agosto de 2007

¿Rendición o resistencia?



Muchos factores influyen en una contienda para ser derrotado. La estrategia, las condiciones físicas, la preparación, la suerte (tal vez). Verse derrotado es muy difícil de aceptar; rendirse lo es aún más.

Si bien casi todo en la vida requiere de una lucha constante, me quiero enfocar en la batalla de los sentimientos.

Se dice mucho de luchar por amor y también de morir por amor pero, ¿qué pasa con el rendirse al amor?
Todos, o casi todos amamos o hemos amado (en mayor o menor grado), esa no es novedad para nadie pero ¿cuántos han logrado rendirse al amor?¿Cuántos han logrado olvidarse de todo y de todos los que se oponen (o que no ven con buenos ojos) a fin de estar con la persona que de verdad los hace sentir?

"Es que ¿qué van a pensar si ando con alguien que no es guapo(a)?, es que mis amigos dicen que esta gordo(a), le quiero mucho pero me da pena que nos vean juntos porque no tiene la misma educación que yo/no tiene la misma posición social que yo/no tiene el mismo tono de piel que yo/no tiene la misma religión que yo."

¿Porqué muchas personas se ocupan de establecer relaciones basadas en la aceptación de terceros? ¿porqué no rendirse a lo que se siente sin cuestionarse si a tal o a cual le va a gustar?, ¿porqué tenemos tanto miedo de que a los demás no les vaya a gustar nuestro(a) compañero(a)?.

Debe ser (y lo es) liberador el poder estar con la persona que se ama sin estarse ocupando si al resto de las personas les parece agraciado(a) o no. Si para uno lo es, si para uno esa persona llena los espacios que tenemos vacíos, nos hace reir, nos emociona su presencia y sufrimos sus tristezas; debe ser más que suficiente.

Las personas no son objetos, no se trata de ir a la agencia a comprar el último modelo, el que tiene los asientos de piel, quemacocos, todos los gadgets mas sofisticados y claro, el precio más alto para poder ostentarlo ante los demás.

Al menos yo envidio (y lo digo con todas sus letras porque en verdad lo hago) más a una pareja que a todas luces se ama, se complementa, se corresponde y se respeta independientemente de la apariencia de uno de ellos o de ambos que a una pareja hermosa en aspecto pero que no comparte nada y menos aún tiene la complicidad de aquellos que en verdad están rendidos el uno al otro.

Rendirse no es fácil, nada fácil; es más sencillo resistirse pero, las satisfacciones de lo primero nunca se tendrán en lo segundo.

jueves, 23 de agosto de 2007

De lengua me como un plato


La traicionera lengua nos puede meter en problemas si no sabemos controlarla.Tal vez no inmediatamente pero tarde que temprano nuestras palabras van a venir a delatarnos y aunque a muchos puede no importales, siempre queda afectada la credibilidad por esa razón.

Siempre hay que tener cuidado donde se pone la lengua y más cuidado hay que tener para hablar. Decir las cosas solo por decirlas, por querer dar otra imágen, para engañar o para alardear puede parecer inocuo y en el momento nos puede dar cierta seguridad o superioridad (dependiendo de lo que se esté diciendo).

Pero cuando esa misma lengua se contradice en otra ocasión, nos hace quedar mal, muy mal.Hay quienes hablan mucho, hay quienes fanfarronean más y habemos quienes lo escuchamos casi todo.

Si en una ocasión A + B dio como resultado C, resulta imposible que después A + B den Y. Cuando eso pasa todo lo demás se viene abajo y conforme eso se repite se va perdiendo el interés en escuchar lo que esa persona tiene que decir.

Cuída tu lengua, cuídate tú de ella. Si no te han dicho que tus afirmaciones constantemente se contradicen no significa que la gente no lo haya notado y el único que se está haciendo tonto eres tú mismo.

martes, 21 de agosto de 2007

Bancos y empleados bancarios


No es lo mismo ser el patrón que el criado.
No lo digo a manera de ofensa si no como una realidad. Como dueño de una empresa hay que estar al tanto de todo, buscar la manera de que las cosas funcionen y muchas veces (aunque no nos guste) hay que poner buena cara pues hay que lograr que el cliente quede satisfecho; al final del día lo que está en juego es el patrimonio.

Como empleado, la gran mayoría de las veces no sucede eso. Muchos empleados no se ponen a pensar que, haciendo a un lado la posibilidad de ser despedido, también esta en juego su fuente de ingresos; si no hay empresa no hay trabajo y si no hay trabajo no hay dinero para llevar a la casa.
Cuántas veces no se están quejando de que es lunes y que flojera da iniciar la semana. Está sonando una extensión telefónica y "no la contesto porque no es la mía" (aunque sean de la misma área. Empleados proactivos hay pocos.

Esto pasa con los empleados bancarios (no quiero decir que todos pero si todos los que me han tocado a mí).
Pareciera que va uno a pedirles un favor para realizar cualquier trámite y que ellos, en su infinta misericordia nos están concediendo un honor al atendernos. Bueno, y eso si a la persona en cuestión no le duele la muela o ya se harto de los chamacos gritones que andan corriendo por todo el banco (eso sí lo comprendo, ¿porqué demonios llevan a infantes que obviamente se aburrirán de estar ahí parados) o tal vez está depre porque su novia/novio no le ha mandado un mensajito meloso de buenos días o simplemente porque tiene flojera y preferiría estar en su casa sacándose pelusa del ombligo.

Yo entiendo que el trabajo no debe ser fácil y que muchas veces uno como usuario puede no ser la persona más afable y llegar con una sonrisa colgate para iluminarle el día pero -con la pena- yo no trabajo en el banco, a mi no me pagan por estar ahí. Yo tengo mi ración de mierda en mi trabajo y aunque no me guste me toca soportarla en la medida de lo razonable, claro está.

Yo no pido que pongan la otra mejilla si algun usuario llega agrediendo sin razón alguna. Tampoco se trata de ser mártires. Lo que si creo es que si al/la cajero se le rompio el calcetín/rasgo la media se mancho de tinta la camisa nueva/se le estropeo el manicure: ES-TU-PENDO, los cuentahabientes no tenemos porque pagar las consecuencias de que hayan tenido un mal día-mes-año-vida.

Se les olvida a estas personas que están representando a una institución y que la gente que acude a ellos no es para pedirles fiado, bueno si, algunos si van a pedir dinero prestado pero una gran mayoría tiene ahí SU dinero. ¿Y que pasa después?, pues el cliente se queja de el banco, (que como instituciones tienen lo suyo, eso ni dudarlo) cuando el responsable de una mala atención es el cajero, el asesor o incluso el gerente.

A todos en algún momento nos tocara jugar el rol de cliente, sería prudente que cuando nos toque atender a alguien pensemos en lo mucho que nos molesta que nos den una mala atención.

lunes, 20 de agosto de 2007

Caminito de la escuela


Se acabaron las vacaciones, bueno, se les acabaron las vacaciones a aquellos que las tuvieron porque yo ya tengo un buen rato en que solo las veo por televisión cuando en los noticiarios pasan (principalmente) mujeres torneadas con diminutos bikinis y otras no tan agraciadas con playera blanca sobre un traje de baño negro.

Ayer domingo luchaba contra el otro conocido vicio de tomar la siesta dominical que siempre termina por espantarme a Morfeo por la noche; no lo conseguí.
Debo admitir que mis siestas no son de media hora y por ende si me duermo en el día por la noche parezco alma en pena rondando por los infinitos pasillos y habitaciones del departamento. Sí, fue sarcasmo, el departamento solo tiene 2 habitaciones, la sala comedor, la cocina, un baño completo y un pasillo pero suena más bonito lo primero.

El caso es que Morfeo tenía ganas de un mañanero y al menos yo no me le puedo resistir. Luché (sin mucho esfuerzo, debo decir) para no perder mi beauty rest nocturno pues quería levantarme temprano y así evitar el esperado tráfico que se da siempre que regresan a clases los críos (y los que ya son cancha reglamentaria). Como perdí la primer batalla debía esforzarme un poco más para la segunda y esa sí la gané; me levanté temprano.

No tuve problemas con el tráfico, aunque no puedo decir lo mismo para quienes iban en sentido al centro/sur. La gran fila de vehículos totalmente detenida en la mal llamada vía rápida me dio la razón y el premio por haber tenido (al menos por un momento) la fuerza de voluntad de arrancar mi cara de la almohada.

Venía manejando a paso abuelo como lo marca el reluciente (y en ciertos puntos absurdo) reglamento de tránsito. 80 km/hr en el carril central; intenté por unos días ir en el carril de alta velocidad pues si 80 es la velocidad máxima debería de hacerlo por ahí pero resulta imposible. A fin de evitarme presiones, claxonazos, cambio de luces y demás sutilezas conocidas por todo buen conductor neurótico me voy por el carril de en medio.

Resulta en parte divertido y en parte preocupante ver que son pocas las personas que acatan el ordenamiento, a veces me dan ganas de poner una cámara y grabar la cantidad de vehículos que me rebasan por izquierda y derecha y rápidamente se pierden a lo lejos.
Yo solía manejar a mas de 80, lo admito; no caía en los excesos de algunos de ir a 190 y pasando de un carril a otro como lo hacen muchos pero si manejaba a mayor velocidad.
Los primeros días me costo trabajo y juraba que era más peligroso ir a esa velocidad porque prácticamente me iba durmiendo pero ya ahora me encuentro más habituado y descubrí algo que me sorprendió:

Desde que se puso en marcha el reglamento he recorrido las mismas distancias a menor velocidad de lo que acostumbraba en el mismo tiempo. Parece ridículo pero no lo es, todos los días hago el mismo tiempo que hacía manejando a 120 o 130 km/hr de mi casa al trabajo y de regreso por la tarde y además tiene un bono extra: Voy menos neurótico y presionado.

Me sucede ahora lo que siempre me sucedía en la escuela: Todos los días llegaba yo muy temprano, no por amor a la escuela ni porque fuera yo un ratón de biblioteca; más bien porque nunca me gusta llegar tarde y termino haciendo lo opuesto, siempre llego con demasiado tiempo de anticipación. Y si bien algunos creen que es mejor llegar temprano que tarde, la etiqueta marca que impuntualidad es llegar después de la hora, pero también antes de la hora.

Así pues una vez más he sido impuntual, llegue casi 1 hora y media antes al trabajo y no hay ni café para disfrutarla.


sábado, 18 de agosto de 2007

Bad habits die hard

"Fumar es causa de cáncer"
"El alcohol destruye el hígado (y separa familias)"
"Las drogas matan"

Todas malas, todas dañinas y para quienes padecen, o padecemos (porque me incluyo en la lista de fumadores) resulta difícil dejarlas. Bloggear es lo mismo, sin la parte dañina .... o al menos eso creo.

No recuerdo cuando fue la última vez que lo hice ni en que espacio, bueno, el espacio si lo recuerdo pues era aquí pero no recuerdo el nombre de mi espacio.
Sea como sea, se siente bien estar de regreso al menos por un rato. Ya estoy lo bastante curtido como para saber que, a diferencia de los otros hábitos, este me dura un tiempo y después regreso a mi cueva.

"Ahora Blogger guarda automáticamente tus borradores" wow, que maravilla. ¿Porque no inventarían eso cuando tenía conexión telefónica y era un riesgo constante el perder el enlace a la red?
Algunas cosas han cambiado y otras más (la mayoría) parecen sempiternas. Rimbombante palabrita que en mi vida había utilizado y hoy pasa de niña a mujer y pierde esa virginidad en mi vocabulario. Bienvenida al club reina, las vírgenes ya solo se ven en las iglesias.

Bienvenido yo, que gusto tenerme de vuelta, espero que sea por mucho tiempo (dream on). Es momento de navegar un poco antes de continuar.